Tema 1: INTRODUCCIÓN A LA ÉPOCA MODERNA
Cronología (1453-1789/1492-1808)
Por Antiguo Régimen entendemos el sistema económico, social y político que procedía de la descomposición del feudalismo medieval y que se mantuvo vigente en Europa hasta la Revolución Industrial y Liberal. El origen del Antiguo Régimen se suele fijar en el Renacimiento, momento en el que, a pesar de la supervivencia del sistema económico feudal, el desarrollo del capitalismo comercial y el afianzamiento de las monarquías autoritarias, y después absolutas, modificaran las estructuras medievales.
Para el estudio de la materia se tienen en cuenta las características generales de la Edad Moderna, del mismo modo que resulta conveniente clasificarla en Tres Fases, no obstante, se distinguen varias etapas pedagógicas:
· Siglo XVI: el Renacimiento.
· Siglo XVII: el Barroco.
· Siglo XVIII: la Ilustración.
La urbanización en la Edad Moderna experimentó vaivenes en función de la situación demográfica, económica y política de cada momento. En el siglo XVI, hubo un crecimiento urbano continuado debido al aumento de la población, a la expansión económica basada en el comercio, y al poderío político-militar de los Austrias. En el siglo XVII se estancó, debido a la crisis demográfica y económica.
Primera Fase: siglo XV – Finales del XVI
Esta etapa se identifica por una recuperación demográfica y económica, en concreto, en el segundo tercio del siglo XV, por la formación de las monarquías occidentales, por los descubrimientos geográficos, por los cambios científicos, por la desaparición de la unidad religiosa en Europa y la hegemonía de los Austrias.
La recuperación demográfica responde a lo que se ha denominado como Ciclo Demográfico Antiguo. Este régimen demográfico se caracterizaba por unas tasas de mortalidad y de natalidad muy elevadas, por la baja esperanza de vida de las personas y por el escaso crecimiento de la población.
La economía del Antiguo Régimen era básicamente rural. Entre el 80 y el 90% de la población se dedicaba a tareas agrícolas, y esta actividad proporcionaba casi el 75% de la producción global de bienes. El predominio de la propiedad vinculada comportaba un tipo de agricultura tradicional y poco dinámica, como resultado de la concentración de la tierra en manos de la nobleza o de la Iglesia.
La mayor parte de la producción se dedicaba al autoconsumo. Por tanto, los intercambios comerciales eran escasos y el comercio se veía dificultado por la insuficiencia de sistema de transporte. Pero, a pesar del predominio agrícola, también existían otras actividades de tipo artesanal e industrial que, a partir del siglo XVI, se vieron fuertemente estimuladas por el desarrollo del comercio ultramarino.
Otro de los componentes del Antiguo Régimen, después del sistema señorial y la sociedad estamental, era la monarquía autoritaria ejercida durante el siglo XVI. La forma predominante de gobierno en toda Europa era la monarquía autoritaria, en la que el poder del monarca destacaba por encima de todos los demás estamentos. El autoritarismo era el resultado del fortalecimiento de poder real por encima de la nobleza, iniciado a finales de la Baja Edad Media. Había, sin embargo, muchas diferencias entre los diversos reinos y, en algunos, la monarquía se veía limitada por la intromisión de la nobleza o por el control de las Cortes.
Los descubrimientos geográficos estuvieron marcados por grandes viajes de exploración; los más importantes fueron patrocinados por Portugal y Castilla. Ambas crearon dos de los imperios coloniales más ricos y extensos de la Edad Moderna. En consecuencia, estos descubrimientos geográficos dieron lugar al reparto del mundo, el cual se llevo a cabo mediante el Tratado De Tordesillas (1494). Tratado que estableció los limites de las áreas de exploración y conquista para Castilla y Portugal. A Portugal le correspondieron las tierras de África y Asia, así como Brasil. Para Castillas quedaron las tierras americanas y las islas Filipinas.
Inglaterra y Francia comenzaron a explorar las tierras de América del Norte.
Una nueva mentalidad y el nuevo clima intelectual potenciaron el desarrollo de nuevas ramas de conocimiento, dando lugar a cambios y avances científicos. El humanismo fue una corriente cultural que alcanzó su pleno desarrollo en el siglo XV y principios del siglo XVI. Se caracterizó por el rechazo a muchos de los principios del conocimiento medieval y por el afán de saber sobre todos los temas y ciencias. Las obras de los humanistas se difundieron principalmente a través de las academias, pero sobre todo a través de la imprenta, tras su invención a manos de Gutenberg.
Desde finales de la Edad Media existía en ciertas capas de la sociedad un profundo malestar por la situación de la Iglesia. La desaparición de la unidad religiosa en Europa tuvo como detonante en 1515, año en el que el Papa León X ordenó predicar nuevas indulgencias para sufragar la construcción de San Pedro del Vaticano. El monje alemán Martín Lutero contestó con la publicación, en 1517, de sus 95 tesis contra la doctrina católica, y fue apoyado por los nobles alemanes, deseosos de hacerse con las tierras de la Iglesia en sus principados. Este fue el comienzo de la Reforma.
Siguiendo el ejemplo luterano existieron otros movimientos reformadores en Europa, estos significaron la ruptura de la unidad cristiana.
El Calvinismo: Doctrina que surgió en Ginebra y se extendió por los Países Bajos, algunas regiones de Francia, las Islas Británicas. Su fundador fue Juan Calvino, que defendía la predestinación.
El Anglicanismo: Surgió en 1534, cuando el Rey Enrique VIII separó a la Iglesia de su país de la obediencia al Papa, que se negó a aceptar el divorcio del Rey.
En el siglo XVI se consolidaron tres grandes monarquías, en España, Francia e Inglaterra, pero destacando en el contexto europeo la hegemonía de los Austria. Esta hegemonía dio comienzo con el Rey Carlos I, V del Sacro Imperio, y con Felipe II se consolidó una administración, una hacienda y un ejército propio, aunque los diversos territorios mantuvieron sus instituciones originales, las Cortes. En líneas generales, el Imperio de Carlos V y Felipe II fue la mayor potencia del siglo XVI.
Segunda fase: (1570-1580/1680)
Las dificultades demográficas y económicas se hicieron patentes con la subalimentación, la falta de higiene y el atraso de la medicina, provocando una mortalidad muy elevada. Esta mortalidad tenía efectos particularmente negativos, entre los niños menores de un año. El proceso de descenso demográfico no fue general ni uniforme. En Europa central, oriental y en el área mediterránea, se produjo el mayor descenso de población. En Francia, la crisis comenzó en 1680 y sus efectos se prolongaron hasta mediados del siglo XVIII, en el norte y noroeste de Europa, sin embargo, el crecimiento de la población continuo con tasas altas
La tierra, durante el Antiguo Régimen, era la fuente más importante de riqueza, por tanto, esta economía de base señorial va a restringir a la mínima animadversión el crecimiento de la población, trayendo consigo grandes hambrunas tras una mala cosecha.
A partir de 1540, la división religiosa derivó en enfrentamiento militar. Hasta mediados del siglo XVII se sucedieron una serie continua de guerras, tanto civiles como entre las diferentes potencias europeas, en ellas los asuntos religiosos apenas se distinguían con la política internacional.
El espíritu racional, que hicieron triunfar los humanistas en el siglo XVI, fue la base sobre la que se produjeron los avances científicos del siglo XVII. En la segunda mitad del siglo XVII, las instituciones públicas promovieron las investigaciones gracias a lo cual el desarrollo científico se aceleró. Los tres científicos más importantes del siglo XVII fueron Galileo, Kepler y Newton.
La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto que abarcó desde 1618 hasta 1648, y en el que participaron la mayoría de los países europeos. El conflicto se fue convirtiendo en una lucha por meros intereses político-nacionales, aunque los países hicieron uso de justificaciones religiosas para apoyar su lucha. La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la Guerra de los Treinta Años: España reconoció la independencia de las Provincias Unidas y el mapa de Centroeuropa sufrió muchos cambios. La Paz de los Pirineos (1659) puso fin a la guerra con Francia y supuso la pérdida del Rosellón y parte de la Cerdeña. Ambas paces significaron el fin de la hegemonía española en Europa.
La Guerra de los Treinta Años fue una gran guerra civil europea, que asoló completamente el centro del continente, y que supuso el ocaso de la hegemonía española de los Austria y el ascenso de Francia como primera potencia continental, sobre todo el período de reinado del Luis XIV, pleno exponente de la consolidación del absolutismo en Europa, no obstante, esta forma de gobierno no triunfó en toda Europa, destacando entre otros los Estados Parlamentarios.
En el siglo XVII se desató una lucha entre los reyes y los Parlamentos para alcanzar la hegemonía política.
Tercera fase: (1680-1789)
Esta etapa se caracteriza por una recuperación demográfica y económica. El Ciclo Demográfico Antiguo, imperante hasta el siglo XVIII, se caracterizaba por una alta natalidad y una alta mortalidad. El resultado era un crecimiento de población muy lento, sin embargo, durante el siglo XVIII la población europea experimentó un rápido incremento. Este cambio se debió sobre todo al descenso de la mortalidad a causa de la menor virulencia de las epidemias como la peste, la mejora de la dieta alimenticia y el carácter menos sangriento de las guerras.
Durante el siglo XVIII la forma de gobierno que se impuso en la mayoría de los estados europeos fue el absolutismo. Muchos reyes europeos gobernaron sin convocar a sus parlamentos e impulsaron su voluntad por encima de los demás poderes del país. A la vez intentaron poner en práctica una serie de reformas con la intención de racionalizar la administración y la economía de sus estados. Esta forma de gobierno recibió el nombre de despotismo ilustrado. Teniendo en cuenta que el absolutismo no triunfó en todos los estados, en el Reino Unido la monarquía parlamentaria se consolidó en el siglo XVIII, en las provincias unidas se mantuvo la república parlamentaria durante el siglo XVIII y, en Polonia, la monarquía era electiva.
Entre 1775 y 1848 el mundo occidental sufrió sucesivas oleadas revolucionarias. Los primeros movimientos políticos se produjeron en el último cuarto del siglo XVIII en dos escenarios muy alejados entre sí: Estados Unidos y Francia.
Tema 2: estabilidad y dinámica en los tiempos modernos
2.1 El régimen demográfico y sus características.
Índice
1. Características generales
2. Fuentes: Censo y Libros Parroquiales
3. La Natalidad
4. La Nupcialidad
5. La Mortalidad
6. La Evolución
1.Características generales
· Estructuras muy estables con pocos cambios, sin embargo, no son inmóviles y podemos distinguir fases de expansión (A) y de recesión (B).
· Demografía de tipo antiguo: alta natalidad y alta mortalidad.
· Crisis demográficas periódicas por guerras, hambrunas y enfermedades contagiosas.
· Esperanza de vida corta (40 años).
· Tendencias al crecimiento urbano.
· Diferencias regionales (mayor tendencia al crecimiento demográfico en la Europa atlántica).
· Movimientos migratorios por razones laborales, profesionales y familiares. Estos movimientos migratorios también se produjeron en Europa de cara al Nuevo Mundo.
· Desplazamientos forzosos.
· Intercambio continuo campo-ciudad.
(Cuadro con datos de población)
2.Fuentes para su estudio
· Escasas y poco fiables. Sin datos concretos para cuantificar el impacto de las epidemias o las migraciones.
· Información inconexa e imprecisa.
· Finalidad fiscal y militar hasta el ½ del siglo XVII. No hay finalidad demográfica.
· Censos (lista de población) empadronamientos: número de los vecinos o moradores de un pueblo.
v Nápoles (1508)
v Venecia (1509)
v Francia (1503)
v Roma (1526)
v Castilla (1587)
Empadronamientos generales a partir del siglo XVIII
v Prusia (1714)
v España (1717). Más adelante el Catastro del Marqués de la Ensenada (1753).
v Censo y padrón estadístico de las fincas rústicas y urbanas.
v En 1768 se realiza el primer censo moderno, el censo de Aranda, el cual se hacía por persona y no por vecinos o moradores de un pueblo.
v Censo de Floridablanca (1786).
v Holanda (1740)
v Suecia (1764)
v Dinamarca (1769)
Pese a sus imprecisiones, a la falta de homogeneidad en su elaboración, permite calcular densidades de población, pirámides de edades y tasas de población activa.
Libros Parroquiales
· Dan información novedosa: nacimientos, matrimonios y defunciones.
· Libros de bautismo, libros de matrimonio, libros de defunciones.
Libros de Bautismo
· Excepcionalmente en el siglo XV.
· Obligatorios desde el Concilio de Trento.
· Aportan datos complementarios, del tipo:
v Legitimidad
v Sexo
v Nombre de los padres
v Condición social
· Es importante mencionar que las defunciones delos niños sin bautizar no se registraban.
Libros de Defunciones
· Aparecen en el año 1614, oficialmente desde el Concilio de Trento.
· Difíciles de ocultar por control de la Iglesia.
· Negligencias del párroco.
· Ocultaciones y falta de minuciosidad.
· Duplicaciones en hospitales y parroquias.
· No contabilizaban las defunciones de los pobres.
· Desorden de anotaciones de fallecidos por epidemias.
3.Natalidad
· Alta natalidad (40 por mil).
v Estacionalidad de la natalidad. Primavera y otoño, a causa de la cosecha.
· Alta natalidad ilegítima.
v Principalmente en los núcleos urbanos debido al tipo de relación entre los individuos en las ciudades.
· Mujer y natalidad
v Matrimonio tardío, entre los 25 y 30 años los hombres, aunque las mujeres menos.
v 4 ó 5 hijos por familia, descontando los abortos.
4.La nupcialidad
· Tasas elevadas de nupcialidad (11-15 por mil).
· Estacionalidad
v Mínimos en cuaresma, navidades y verano.
· Segundas nupcias: para los moralistas de la época estaba mal visto en la sociedad que una mujer contrajera segundas nupcias, sin embargo, en el caso del hombre no estaba mal visto, ya que tenía que cuidar de su descendencia.
· Celibato: práctica realizada exclusivamente en el mundo católico tras la ruptura religiosa de la reforma protestante.
· Emigración a América.
5.La mortalidad “ordinaria”
· Tasas altas, por debajo de la natalidad (35-40 por mil).
· Alta mortalidad infantil (100 y 200 por mil), en especial en las ciudades.
· Estacionalidad
v Verano (a causa de diarreas)
v Invierno (enfermedades respiratorias)
v En ambas estaciones se producían los principales brotes de peste.
· La peste: Definición (Yersinia Pestis)
v En algunas ocasiones, una persona podía padecer uno u otro tipo de peste, aunque también era factible padecer ambas: (bubónica -peste negra- y pulmonar).
· Otras epidemias (Tifus, Tuberculosis, Malaria, Sífilis y Viruela).
La Mortalidad Catastrófica (hambrunas, guerras y epidemias)
· Mitología medieval cristiana asociada a estos factores de mortalidad (los Jinetes del Apocalipsis).
· Crisis de mortalidad: concepto que define un crecimiento súbito de tasa de mortalidad y en un breve período de tiempo.
v La guerra: tiene más consecuencias indirectas que directas, es decir, provoca vacíos generacionales que dan lugar a una insuficiencia de población joven, ello implica inestabilidad económica. Por otra parte, la incidencia de la guerra sobre la población podría llevarse a cabo en el movimiento de las tropas, lo cual era devastador en muchos de los poblados en los que se establecían. Aparte de provocar inaniciones en la población local, a causa del exclusivo establecimiento del ejército, este llevaba consigo enfermedades.
v Hambres: una crisis de subsistencia, podía barrer en poco tiempo un crecimiento demográfico.
v Grandes epidemias de peste
o España (1599)
o Suiza (1610 y 1615)
o Norte de Italia (1630 y 1665)
o Turquía (1661)
Cronología (1453-1789/1492-1808)
Por Antiguo Régimen entendemos el sistema económico, social y político que procedía de la descomposición del feudalismo medieval y que se mantuvo vigente en Europa hasta la Revolución Industrial y Liberal. El origen del Antiguo Régimen se suele fijar en el Renacimiento, momento en el que, a pesar de la supervivencia del sistema económico feudal, el desarrollo del capitalismo comercial y el afianzamiento de las monarquías autoritarias, y después absolutas, modificaran las estructuras medievales.
Para el estudio de la materia se tienen en cuenta las características generales de la Edad Moderna, del mismo modo que resulta conveniente clasificarla en Tres Fases, no obstante, se distinguen varias etapas pedagógicas:
· Siglo XVI: el Renacimiento.
· Siglo XVII: el Barroco.
· Siglo XVIII: la Ilustración.
La urbanización en la Edad Moderna experimentó vaivenes en función de la situación demográfica, económica y política de cada momento. En el siglo XVI, hubo un crecimiento urbano continuado debido al aumento de la población, a la expansión económica basada en el comercio, y al poderío político-militar de los Austrias. En el siglo XVII se estancó, debido a la crisis demográfica y económica.
Primera Fase: siglo XV – Finales del XVI
Esta etapa se identifica por una recuperación demográfica y económica, en concreto, en el segundo tercio del siglo XV, por la formación de las monarquías occidentales, por los descubrimientos geográficos, por los cambios científicos, por la desaparición de la unidad religiosa en Europa y la hegemonía de los Austrias.
La recuperación demográfica responde a lo que se ha denominado como Ciclo Demográfico Antiguo. Este régimen demográfico se caracterizaba por unas tasas de mortalidad y de natalidad muy elevadas, por la baja esperanza de vida de las personas y por el escaso crecimiento de la población.
La economía del Antiguo Régimen era básicamente rural. Entre el 80 y el 90% de la población se dedicaba a tareas agrícolas, y esta actividad proporcionaba casi el 75% de la producción global de bienes. El predominio de la propiedad vinculada comportaba un tipo de agricultura tradicional y poco dinámica, como resultado de la concentración de la tierra en manos de la nobleza o de la Iglesia.
La mayor parte de la producción se dedicaba al autoconsumo. Por tanto, los intercambios comerciales eran escasos y el comercio se veía dificultado por la insuficiencia de sistema de transporte. Pero, a pesar del predominio agrícola, también existían otras actividades de tipo artesanal e industrial que, a partir del siglo XVI, se vieron fuertemente estimuladas por el desarrollo del comercio ultramarino.
Otro de los componentes del Antiguo Régimen, después del sistema señorial y la sociedad estamental, era la monarquía autoritaria ejercida durante el siglo XVI. La forma predominante de gobierno en toda Europa era la monarquía autoritaria, en la que el poder del monarca destacaba por encima de todos los demás estamentos. El autoritarismo era el resultado del fortalecimiento de poder real por encima de la nobleza, iniciado a finales de la Baja Edad Media. Había, sin embargo, muchas diferencias entre los diversos reinos y, en algunos, la monarquía se veía limitada por la intromisión de la nobleza o por el control de las Cortes.
Los descubrimientos geográficos estuvieron marcados por grandes viajes de exploración; los más importantes fueron patrocinados por Portugal y Castilla. Ambas crearon dos de los imperios coloniales más ricos y extensos de la Edad Moderna. En consecuencia, estos descubrimientos geográficos dieron lugar al reparto del mundo, el cual se llevo a cabo mediante el Tratado De Tordesillas (1494). Tratado que estableció los limites de las áreas de exploración y conquista para Castilla y Portugal. A Portugal le correspondieron las tierras de África y Asia, así como Brasil. Para Castillas quedaron las tierras americanas y las islas Filipinas.
Inglaterra y Francia comenzaron a explorar las tierras de América del Norte.
Una nueva mentalidad y el nuevo clima intelectual potenciaron el desarrollo de nuevas ramas de conocimiento, dando lugar a cambios y avances científicos. El humanismo fue una corriente cultural que alcanzó su pleno desarrollo en el siglo XV y principios del siglo XVI. Se caracterizó por el rechazo a muchos de los principios del conocimiento medieval y por el afán de saber sobre todos los temas y ciencias. Las obras de los humanistas se difundieron principalmente a través de las academias, pero sobre todo a través de la imprenta, tras su invención a manos de Gutenberg.
Desde finales de la Edad Media existía en ciertas capas de la sociedad un profundo malestar por la situación de la Iglesia. La desaparición de la unidad religiosa en Europa tuvo como detonante en 1515, año en el que el Papa León X ordenó predicar nuevas indulgencias para sufragar la construcción de San Pedro del Vaticano. El monje alemán Martín Lutero contestó con la publicación, en 1517, de sus 95 tesis contra la doctrina católica, y fue apoyado por los nobles alemanes, deseosos de hacerse con las tierras de la Iglesia en sus principados. Este fue el comienzo de la Reforma.
Siguiendo el ejemplo luterano existieron otros movimientos reformadores en Europa, estos significaron la ruptura de la unidad cristiana.
El Calvinismo: Doctrina que surgió en Ginebra y se extendió por los Países Bajos, algunas regiones de Francia, las Islas Británicas. Su fundador fue Juan Calvino, que defendía la predestinación.
El Anglicanismo: Surgió en 1534, cuando el Rey Enrique VIII separó a la Iglesia de su país de la obediencia al Papa, que se negó a aceptar el divorcio del Rey.
En el siglo XVI se consolidaron tres grandes monarquías, en España, Francia e Inglaterra, pero destacando en el contexto europeo la hegemonía de los Austria. Esta hegemonía dio comienzo con el Rey Carlos I, V del Sacro Imperio, y con Felipe II se consolidó una administración, una hacienda y un ejército propio, aunque los diversos territorios mantuvieron sus instituciones originales, las Cortes. En líneas generales, el Imperio de Carlos V y Felipe II fue la mayor potencia del siglo XVI.
Segunda fase: (1570-1580/1680)
Las dificultades demográficas y económicas se hicieron patentes con la subalimentación, la falta de higiene y el atraso de la medicina, provocando una mortalidad muy elevada. Esta mortalidad tenía efectos particularmente negativos, entre los niños menores de un año. El proceso de descenso demográfico no fue general ni uniforme. En Europa central, oriental y en el área mediterránea, se produjo el mayor descenso de población. En Francia, la crisis comenzó en 1680 y sus efectos se prolongaron hasta mediados del siglo XVIII, en el norte y noroeste de Europa, sin embargo, el crecimiento de la población continuo con tasas altas
La tierra, durante el Antiguo Régimen, era la fuente más importante de riqueza, por tanto, esta economía de base señorial va a restringir a la mínima animadversión el crecimiento de la población, trayendo consigo grandes hambrunas tras una mala cosecha.
A partir de 1540, la división religiosa derivó en enfrentamiento militar. Hasta mediados del siglo XVII se sucedieron una serie continua de guerras, tanto civiles como entre las diferentes potencias europeas, en ellas los asuntos religiosos apenas se distinguían con la política internacional.
El espíritu racional, que hicieron triunfar los humanistas en el siglo XVI, fue la base sobre la que se produjeron los avances científicos del siglo XVII. En la segunda mitad del siglo XVII, las instituciones públicas promovieron las investigaciones gracias a lo cual el desarrollo científico se aceleró. Los tres científicos más importantes del siglo XVII fueron Galileo, Kepler y Newton.
La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto que abarcó desde 1618 hasta 1648, y en el que participaron la mayoría de los países europeos. El conflicto se fue convirtiendo en una lucha por meros intereses político-nacionales, aunque los países hicieron uso de justificaciones religiosas para apoyar su lucha. La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la Guerra de los Treinta Años: España reconoció la independencia de las Provincias Unidas y el mapa de Centroeuropa sufrió muchos cambios. La Paz de los Pirineos (1659) puso fin a la guerra con Francia y supuso la pérdida del Rosellón y parte de la Cerdeña. Ambas paces significaron el fin de la hegemonía española en Europa.
La Guerra de los Treinta Años fue una gran guerra civil europea, que asoló completamente el centro del continente, y que supuso el ocaso de la hegemonía española de los Austria y el ascenso de Francia como primera potencia continental, sobre todo el período de reinado del Luis XIV, pleno exponente de la consolidación del absolutismo en Europa, no obstante, esta forma de gobierno no triunfó en toda Europa, destacando entre otros los Estados Parlamentarios.
En el siglo XVII se desató una lucha entre los reyes y los Parlamentos para alcanzar la hegemonía política.
Tercera fase: (1680-1789)
Esta etapa se caracteriza por una recuperación demográfica y económica. El Ciclo Demográfico Antiguo, imperante hasta el siglo XVIII, se caracterizaba por una alta natalidad y una alta mortalidad. El resultado era un crecimiento de población muy lento, sin embargo, durante el siglo XVIII la población europea experimentó un rápido incremento. Este cambio se debió sobre todo al descenso de la mortalidad a causa de la menor virulencia de las epidemias como la peste, la mejora de la dieta alimenticia y el carácter menos sangriento de las guerras.
Durante el siglo XVIII la forma de gobierno que se impuso en la mayoría de los estados europeos fue el absolutismo. Muchos reyes europeos gobernaron sin convocar a sus parlamentos e impulsaron su voluntad por encima de los demás poderes del país. A la vez intentaron poner en práctica una serie de reformas con la intención de racionalizar la administración y la economía de sus estados. Esta forma de gobierno recibió el nombre de despotismo ilustrado. Teniendo en cuenta que el absolutismo no triunfó en todos los estados, en el Reino Unido la monarquía parlamentaria se consolidó en el siglo XVIII, en las provincias unidas se mantuvo la república parlamentaria durante el siglo XVIII y, en Polonia, la monarquía era electiva.
Entre 1775 y 1848 el mundo occidental sufrió sucesivas oleadas revolucionarias. Los primeros movimientos políticos se produjeron en el último cuarto del siglo XVIII en dos escenarios muy alejados entre sí: Estados Unidos y Francia.
Tema 2: estabilidad y dinámica en los tiempos modernos
2.1 El régimen demográfico y sus características.
Índice
1. Características generales
2. Fuentes: Censo y Libros Parroquiales
3. La Natalidad
4. La Nupcialidad
5. La Mortalidad
6. La Evolución
1.Características generales
· Estructuras muy estables con pocos cambios, sin embargo, no son inmóviles y podemos distinguir fases de expansión (A) y de recesión (B).
· Demografía de tipo antiguo: alta natalidad y alta mortalidad.
· Crisis demográficas periódicas por guerras, hambrunas y enfermedades contagiosas.
· Esperanza de vida corta (40 años).
· Tendencias al crecimiento urbano.
· Diferencias regionales (mayor tendencia al crecimiento demográfico en la Europa atlántica).
· Movimientos migratorios por razones laborales, profesionales y familiares. Estos movimientos migratorios también se produjeron en Europa de cara al Nuevo Mundo.
· Desplazamientos forzosos.
· Intercambio continuo campo-ciudad.
(Cuadro con datos de población)
2.Fuentes para su estudio
· Escasas y poco fiables. Sin datos concretos para cuantificar el impacto de las epidemias o las migraciones.
· Información inconexa e imprecisa.
· Finalidad fiscal y militar hasta el ½ del siglo XVII. No hay finalidad demográfica.
· Censos (lista de población) empadronamientos: número de los vecinos o moradores de un pueblo.
v Nápoles (1508)
v Venecia (1509)
v Francia (1503)
v Roma (1526)
v Castilla (1587)
Empadronamientos generales a partir del siglo XVIII
v Prusia (1714)
v España (1717). Más adelante el Catastro del Marqués de la Ensenada (1753).
v Censo y padrón estadístico de las fincas rústicas y urbanas.
v En 1768 se realiza el primer censo moderno, el censo de Aranda, el cual se hacía por persona y no por vecinos o moradores de un pueblo.
v Censo de Floridablanca (1786).
v Holanda (1740)
v Suecia (1764)
v Dinamarca (1769)
Pese a sus imprecisiones, a la falta de homogeneidad en su elaboración, permite calcular densidades de población, pirámides de edades y tasas de población activa.
Libros Parroquiales
· Dan información novedosa: nacimientos, matrimonios y defunciones.
· Libros de bautismo, libros de matrimonio, libros de defunciones.
Libros de Bautismo
· Excepcionalmente en el siglo XV.
· Obligatorios desde el Concilio de Trento.
· Aportan datos complementarios, del tipo:
v Legitimidad
v Sexo
v Nombre de los padres
v Condición social
· Es importante mencionar que las defunciones delos niños sin bautizar no se registraban.
Libros de Defunciones
· Aparecen en el año 1614, oficialmente desde el Concilio de Trento.
· Difíciles de ocultar por control de la Iglesia.
· Negligencias del párroco.
· Ocultaciones y falta de minuciosidad.
· Duplicaciones en hospitales y parroquias.
· No contabilizaban las defunciones de los pobres.
· Desorden de anotaciones de fallecidos por epidemias.
3.Natalidad
· Alta natalidad (40 por mil).
v Estacionalidad de la natalidad. Primavera y otoño, a causa de la cosecha.
· Alta natalidad ilegítima.
v Principalmente en los núcleos urbanos debido al tipo de relación entre los individuos en las ciudades.
· Mujer y natalidad
v Matrimonio tardío, entre los 25 y 30 años los hombres, aunque las mujeres menos.
v 4 ó 5 hijos por familia, descontando los abortos.
4.La nupcialidad
· Tasas elevadas de nupcialidad (11-15 por mil).
· Estacionalidad
v Mínimos en cuaresma, navidades y verano.
· Segundas nupcias: para los moralistas de la época estaba mal visto en la sociedad que una mujer contrajera segundas nupcias, sin embargo, en el caso del hombre no estaba mal visto, ya que tenía que cuidar de su descendencia.
· Celibato: práctica realizada exclusivamente en el mundo católico tras la ruptura religiosa de la reforma protestante.
· Emigración a América.
5.La mortalidad “ordinaria”
· Tasas altas, por debajo de la natalidad (35-40 por mil).
· Alta mortalidad infantil (100 y 200 por mil), en especial en las ciudades.
· Estacionalidad
v Verano (a causa de diarreas)
v Invierno (enfermedades respiratorias)
v En ambas estaciones se producían los principales brotes de peste.
· La peste: Definición (Yersinia Pestis)
v En algunas ocasiones, una persona podía padecer uno u otro tipo de peste, aunque también era factible padecer ambas: (bubónica -peste negra- y pulmonar).
· Otras epidemias (Tifus, Tuberculosis, Malaria, Sífilis y Viruela).
La Mortalidad Catastrófica (hambrunas, guerras y epidemias)
· Mitología medieval cristiana asociada a estos factores de mortalidad (los Jinetes del Apocalipsis).
· Crisis de mortalidad: concepto que define un crecimiento súbito de tasa de mortalidad y en un breve período de tiempo.
v La guerra: tiene más consecuencias indirectas que directas, es decir, provoca vacíos generacionales que dan lugar a una insuficiencia de población joven, ello implica inestabilidad económica. Por otra parte, la incidencia de la guerra sobre la población podría llevarse a cabo en el movimiento de las tropas, lo cual era devastador en muchos de los poblados en los que se establecían. Aparte de provocar inaniciones en la población local, a causa del exclusivo establecimiento del ejército, este llevaba consigo enfermedades.
v Hambres: una crisis de subsistencia, podía barrer en poco tiempo un crecimiento demográfico.
v Grandes epidemias de peste
o España (1599)
o Suiza (1610 y 1615)
o Norte de Italia (1630 y 1665)
o Turquía (1661)
ANDRÉS F. CORTÉS MEDINA
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