miércoles, 28 de octubre de 2009

Memoria del trabajo semana 21/10/2009 al 27/10/2009

El miércoles pasado decidimos que esta semana me ocupara yo, Carolina González, de la memoria del trabajo. En la reunión de trabajo estuvimos haciendo una división del trabajo y quedamos en que Diego Rincón se va a encargar de la monarquía de los siglos XVI y XVII, Andrés Cortés de la burguesía, Marta Fúster del clero, Patricia Montero del campesinado, y yo, de la nobleza. A parte de eso, también quedamos en que yo me encargaría de subir y complementar el temario impartido esta semana al blog y estuvimos buscando bibliografía, a la que hay que añadir un libro nuevo:
J, Bergin: El siglo XVII, Historia de Europa Oxford, Crítica.
LA EVOLUCION DE LA POBLACION EN EL SIGLO XVI


En los siglos XV y XVI, Europa se vio favorecida por un notable crecimiento demográfico: la peste, el espantoso azote que había diezmado la población medieval en toda Europa, si bien no desapareció, se manifestó con menos virulencia, y los conflictos armados no fueron tan mortíferos como la terrible Guerra de los Cien Años. En un siglo, de 1460 a 1560, la población europea se duplicó. Este crecimiento demográfico estuvo acompañado por un aumento de la producción agrícola e industrial y por un incremento de los intercambios comerciales.
A lo largo del siglo XVI se constituyó una amplia red de ferias, que abarcaba todo el territorio europeo. En ellas se realizaban numerosos intercambios comerciales, que determinaron un considerable incremento del crédito y la consolidación de instrumentos mercantiles tan característicos como la letra de cambio. Las ferias más importantes fueron las de Amberes, Lyon y Génova, seguidas de las de Burgos, Sevilla, Núremberg, París, Ruan y Augsburgo. Todo ello provocó un gran incremento de la actividad comercial de los puertos europeos, tanto mediterráneos como atlánticos, favorecida por los nuevos descubrimientos geográficos que tuvieron lugar en estos años y por la creación de nuevas rutas.


- Importante crecimiento demográfico debido al aumento de las tasas de producción agrícola.

- Causas del crecimiento demográfico: aumento de la producción agrícola (aumentan las tierras pero no aumenta la productividad, el rendimiento por grano es igual)

- Mejoras en la integración de mercados (ferias) con su consiguiente descenso en los costes de transacción: Europa desde finales del siglo XV se encuentra plenamente integrada en los mercados (ferias a nivel regional, nacional, internacional). Eran lugares donde, animados por las ventajas fiscales, se incentivaban los niveles de compra-venta.

- Características de la evolución demográfica: no mejora la productividad agrícola.

- Importante proceso de urbanización: Holanda, Inglaterra, Norte de Italia y Castilla. Aumentan las tasas de urbanización en toda Europa; hay que tener en cuenta que también aumentan las actividades económicas vinculadas a la ciudad (comercio).

Paralelamente al desarrollo del gran comercio y de las actividades financieras de la banca europea, el aumento de la población y el crecimiento de las ciudades dieron lugar a un incremento de la demanda de productos agrícolas y ganaderos, lo cual favoreció el desarrollo del pequeño comercio urbano.

La reactivación económica, fruto del incremento de las actividades comerciales, influyó de manera muy positiva en el arte renacentista, ya que favoreció el surgimiento de la figura del mecenas, hombre de negocios que dedica parte de sus ganancias a financiar obras de arte. Uno de los exponentes más característicos del mecenazgo renacentista fue Lorenzo de Médicis.
La consolidación del capitalismo financiero dio lugar al surgimiento de un grupo de hombres de negocios, los banqueros, que consiguieron reunir inmensas riquezas. Entre ellos podemos citar a los Fugger y a los Welser de Augsburgo, los Bonvisi de Luca, los Grimaldi de Génova, los Ruiz de Medina del Campo, los Maluenda de Burgos.


El desarrollo de las actividades comerciales no debe hacernos olvidar que la agricultura y la ganadería eran la principal fuente de riqueza, y que la mayoría de la población europea de estaba dedicada a ellas.






LA EVOLUCION DE LA POBLACION EN EL SIGLO XVII



El siglo XVII se caracteriza por la crisis general que afecta a la sociedad europea: empobrecimiento, hambre, miseria, peste, caza de brujas y conflictividad política, social y religiosa. Es la época de la expulsión de los moriscos y de las guerras de separación de Portugal y Cataluña en España, de las Frondas en Francia, de la crisis de la monarquía en Inglaterra y de la guerra de los Treinta Años en el conjunto de Europa. Frente a este panorama desolador, hay que destacar la brillantez del Siglo de Oro de las letras castellanas, la revolución científica y el arte barroco. En definitiva, es un siglo marcado por los contrastes, una historia compleja y heterogénea que se desarrolla entre el esplendor de la monarquía, la intolerancia religiosa y la miseria padecida por una gran parte de la sociedad.


- Siglo de crisis demográfica. Al siglo XVII se le conoce como “Siglo de hierro”.

- Regionalización de la demografía: descenso demográfico en la zona mediterránea, mientras que en la Europa atlántica prácticamente no se aprecia este descenso, incluso aumenta la población. Es España desciende y se ponen las bases del repartimiento poblacional del siglo XVIII y del mundo contemporáneo.

- Pérdida de importancia de las ciudades: ruralización y servidumbre de la gleba. Los campesinos se ven adscritos a la tierra y empeoran sus condiciones de vida.

- Causas: empeoramiento del clima (algunos autores entienden que durante el siglo XVII se vivió una pequeña edad glaciar que incidió en las cosechas), ley de rendimientos decrecientes (como no aumenta la productividad, llega un momento en el que las tierras empiezan a dar menos frutos y la producción cae), impacto de la guerra (guerras cada vez más mortíferas y por el impacto fiscal: los gobiernos europeos cada vez piden más impuestos incidiendo en la crisis demográfica y en la ruralización, pues la fiscalidad incide más en los sectores urbanos) y el fiscalismo.







LA EVOLUCION DE LA POBLACION EN EL SIGLO XVIII



En Gran Bretaña, durante el siglo XVIII, se inició un crecimiento continuado de la población en el que influyeron diferentes factores. Sin duda, el más importante fue la disminución de la mortalidad mientras que la natalidad seguía creciendo en torno a 30 nacimientos por mil habitantes. La consecuencia fue un espectacular crecimiento de la población. Las causas de este continuo y acelerado crecimiento demográfico fueron la mejora de la alimentación debida al aumento de la producción agrícola, y los progresos en la medicina y la higiene.
El crecimiento de la población fue un factor esencial en el progreso económico e industrial, ya que, a mayor población, mayor demanda de productos.


- Recuperación demográfica (hasta la última parte del siglo XVIII), aunque continúa siendo una demografía de tipo antiguo menos en Gran Bretaña; en el resto de Europa hay altas tasas de natalidad y de mortalidad. Inglaterra va a despegar como potencia emergente.

- Nueva redistribución de la población en España: las regiones (zona norte, Castilla interior, Andalucía, costa mediterránea).

- Se ponen las bases del reparto poblacional de la España contemporánea. Las regiones más importantes desde el punto de vista poblacional serán Madrid, Barcelona y el País Vasco.





CAROLINA GONZÁLEZ FOWLER

martes, 27 de octubre de 2009

3. El Antiguo Regimen económico y las grandes áreas económicas

LA ECONOMIA EN LA EDAD MODERNA


En las sociedades preindustriales, la mayoría de la población vivía de un escaso salario. Los precios de los productos alimenticios y de los manufacturados eran muy altos. La característica principal de estas economías era la escasez, ligada a una baja productividad. La mayor parte de la población era campesina.
En la Europa preindustrial existía un enorme contraste entre la miseria de los más pobres y la opulencia del limitado número de ricos. La renta estaba repartida de forma muy desigual. Cuanto más baja era la renta que percibía una familia, más recursos dedicaba a los bienes de primera necesidad; sobre todo, a la compra de alimentos. Las malas cosechas o la subida en los precios de los productos de primera necesidad provocaban hambres y carestías cada pocos años. Con frecuencia se producían motines y revueltas de los desfavorecidos. La escasez de los ingresos hacía muy difícil el ahorro, por tanto, no abundaba el capital para invertir en nuevas empresas. La riqueza se medía, casi siempre, por la cantidad de tierra que se poseía. A más tierra, mayor nivel de renta.



1. CARACTERISTICAS GENERALES.



- De tipo antiguo: predominio de la agricultura hasta la Revolución Industrial. Era una agricultura de bajos rendimientos (4-5 granos por grano cultivado), sólo daba para la subsistencia pues había que pagar impuestos, alimentar al ganado, reservar granos para la producción… El cereal era el principal cultivo.

- Lentitud de las relaciones y contactos comerciales: existían deficiencias en el transporte terrestre y naval. Preferencia por el transporte fluvial.

- Acoso del bandolerismo.

- Preferencia por la vía marítima pese a naufragios y ataques piráticos y corsarios.

- Mejora notable de la red viaria (macadán) y transporte.



2. SECTOR PRIMARIO: AGRICULTURA, GANADERIA Y SILVICULTURA.
AGRICULTURA



La agricultura de aquella época se constituirá en un equilibrio inestable que dependía de los avances tecnológicos, requería pocos cuidados, la utilización del regadío era mínima y estaba dedicada principalmente al cereal. A largo de la Edad Moderna llegan otros cultivos.

- Cerealista (trigo, centeno, avena y cebada)

- Otros cultivos: maíz y arroz.

- Obligación del barbecho.

- Sistemas de cultivo:

  • Año y vez: se divide el terreno de siembra en dos partes iguales, una se deja en reposo (barbecho) y la otra se siembra. Al año siguiente se sigue el proceso cambiando las mitades. Este sistema solo permitía poner en explotación la mitad del terreno.


  • Tres hojas: se sembraba una tercera parte de la tierra en cultivo, una “hoja”. Las otras dos partes-“hojas”-una se hacía barbecho y la otra, se dejaba de alimento para el ganado. A este sistema de rotación le llaman “llevar la tierra en tres hojas”. Así pues, quedaban dos terceras partes no cultivadas cada año, en descanso. El equilibrio entre agricultura y ganadería era clave para conseguir un alto rendimiento, pero en pocas ocasiones se consiguió durante este periodo.


  • Cuatro hojas (Sistema Norfolk, Inglaterra siglo XVIII): sistema de cultivo revolucionario surgido entre los años 1730-1740 en Inglaterra anterior a la Revolución Industrial que consistía en que en los cultivos se hacían rotaciones regulares sin agotar nunca la tierra ni dejarla improductiva. Este sistema fue inventado por Lord Townshend quien tras abandonar su carrera política en 1730 se retiró a sus propiedades en Norfolk (Inglaterra). Se trataba de aplicar la rotación cuatrienal: trigo, nabos, cebada, trébol. De esta forma se eliminó el barbecho, aumentando la productividad y dedicando plantas forrajeras a la alimentación del ganado.

- Utillaje rudimentario. En muchas ocasiones el utillaje era de madera y de época romana.

- Ampliación de las tierras para roturar: bosques y otros de mala calidad.

- Distintos tipos de contrato entre dueño y trabajador de la tierra:

  • Enfiteusis: se caracteriza por la larga duración (una vida, varias generaciones). Proviene del mundo clásico. En muchas ocasiones pasa de padre a hijo sin que se actualice el rendimiento.


  • Arrendamiento: es el más usual en Europa. Son propios del mundo de los jornaleros. Son a corto plazo, sólo de unos años, lo que implica precariedad para los jornaleros por lo que muchos optan por emigrar a las ciudades produciéndose un aumento de la tasa de urbanización en las ciudades durante el siglo XVI.

  • - La propiedad. Concepto (usufruto y jurisdicción); tipos: privada y pública. Hay dos conceptos que otorgaban derechos, uno ligado al usufruto (quien trabaja la tierra) y otro ligado a la jurisdicción (el noble imparte justicia). El señor es el que tiene el derecho de jurisdicción y los campesinos el de usufruto. La propiedad privada es un derecho establecido desde el derecho romano. Propiedad pública:

  • Propios: aquellos territorios que pertenecen a una ciudad o ayuntamiento, que generalmente arrendaban estas tierras durante el siglo XVI aprovechando la subida de los precios.



  • Comunes: son terrenos de uso directo para los vecinos- podían ir a cazar, llevar cabezas de ganado, cultivos complementarios, y constituía un complemento básico para las economías campesinas.


Cada vez más, los ayuntamientos van ampliando las tierras de propios y disminuyendo los comunes por la subida de precios. Se produce una oligarquización y el peso político de las estructuras comunales es cada vez menor. Posteriormente, los ayuntamientos no se van a conformar con arrendar sino que van a vender pues las ciudades están cada vez más endeudadas.



- Al proceso de concentración de la propiedad en Inglaterra contribuyeron las llamadas Leyes de Cercamiento (Enclosure Acts). El Parlamento, a instancias de los grandes propietarios, establecía “la división, el reparto y el cercamiento de los campos, praderas y dehesas abiertas y comunes, y de las tierras baldías y comunes”, situadas en cada parroquia. En 1750, la mitad de Gran Bretaña tenía sus campos cercados, y entre 1760 y 1820 se promulgaron 1800 Enclosure Acts, que supusieron la reorganización de la propiedad de más de 3 millones de hectáreas. Los perjudicados por estos cambios fueron los campesinos, sobre todo jornaleros y pequeños propietarios.

CAROLINA GONZÁLEZ FOWLER

jueves, 22 de octubre de 2009

MEMORIA DE TRABAJO

En la primera reunión del grupo durante la práctica, se decidió por elección que yo, Andrés fuera el observador. Decretaremos, a través de esta forma, quien será el observador cada semana. El tema que se ha escogido para el trabajo se limita a "la Sociedad en el Antiguo Régimen durante los siglos XVI y XVII". Tras una concienzuda revisión de la bibliografía se ha hecho una primera selección, lo cual no implica que no se recurra a otras fuentes, incluyendo las extraoficiales.

Bibliografía:

· Iglesias Rodríguez, J.J y otros (1995): Manual de Historia Universal. Siglos XVI y XVII. Madrid, Historia 16.
· Kamen, H. (1986): La Sociedad Europea (1500 – 1700). Madrid, Alianza Ed.
· Pérez Molina, Isabel (1994): Las mujeres en el Antiguo Régimen: Imagen y realidad: (S. XVI-XVIII). Barcelona, Icaria Ed.
· Tenenti, A: La Edad Moderna, Barcelona, Critica, 2000.



ANDRÉS F. CORTÉS MEDINA

...BLOG DEL OBSERVADOR...

Tema 1: INTRODUCCIÓN A LA ÉPOCA MODERNA

Cronología (1453-1789/1492-1808)

Por Antiguo Régimen entendemos el sistema económico, social y político que procedía de la descomposición del feudalismo medieval y que se mantuvo vigente en Europa hasta la Revolución Industrial y Liberal. El origen del Antiguo Régimen se suele fijar en el Renacimiento, momento en el que, a pesar de la supervivencia del sistema económico feudal, el desarrollo del capitalismo comercial y el afianzamiento de las monarquías autoritarias, y después absolutas, modificaran las estructuras medievales.

Para el estudio de la materia se tienen en cuenta las características generales de la Edad Moderna, del mismo modo que resulta conveniente clasificarla en Tres Fases, no obstante, se distinguen varias etapas pedagógicas:

· Siglo XVI: el Renacimiento.
· Siglo XVII: el Barroco.
· Siglo XVIII: la Ilustración.

La urbanización en la Edad Moderna experimentó vaivenes en función de la situación demográfica, económica y política de cada momento. En el siglo XVI, hubo un crecimiento urbano continuado debido al aumento de la población, a la expansión económica basada en el comercio, y al poderío político-militar de los Austrias. En el siglo XVII se estancó, debido a la crisis demográfica y económica.

Primera Fase: siglo XV – Finales del XVI

Esta etapa se identifica por una recuperación demográfica y económica, en concreto, en el segundo tercio del siglo XV, por la formación de las monarquías occidentales, por los descubrimientos geográficos, por los cambios científicos, por la desaparición de la unidad religiosa en Europa y la hegemonía de los Austrias.

La recuperación demográfica responde a lo que se ha denominado como Ciclo Demográfico Antiguo. Este régimen demográfico se caracterizaba por unas tasas de mortalidad y de natalidad muy elevadas, por la baja esperanza de vida de las personas y por el escaso crecimiento de la población.

La economía del Antiguo Régimen era básicamente rural. Entre el 80 y el 90% de la población se dedicaba a tareas agrícolas, y esta actividad proporcionaba casi el 75% de la producción global de bienes. El predominio de la propiedad vinculada comportaba un tipo de agricultura tradicional y poco dinámica, como resultado de la concentración de la tierra en manos de la nobleza o de la Iglesia.

La mayor parte de la producción se dedicaba al autoconsumo. Por tanto, los intercambios comerciales eran escasos y el comercio se veía dificultado por la insuficiencia de sistema de transporte. Pero, a pesar del predominio agrícola, también existían otras actividades de tipo artesanal e industrial que, a partir del siglo XVI, se vieron fuertemente estimuladas por el desarrollo del comercio ultramarino.

Otro de los componentes del Antiguo Régimen, después del sistema señorial y la sociedad estamental, era la monarquía autoritaria ejercida durante el siglo XVI. La forma predominante de gobierno en toda Europa era la monarquía autoritaria, en la que el poder del monarca destacaba por encima de todos los demás estamentos. El autoritarismo era el resultado del fortalecimiento de poder real por encima de la nobleza, iniciado a finales de la Baja Edad Media. Había, sin embargo, muchas diferencias entre los diversos reinos y, en algunos, la monarquía se veía limitada por la intromisión de la nobleza o por el control de las Cortes.

Los descubrimientos geográficos estuvieron marcados por grandes viajes de exploración; los más importantes fueron patrocinados por Portugal y Castilla. Ambas crearon dos de los imperios coloniales más ricos y extensos de la Edad Moderna. En consecuencia, estos descubrimientos geográficos dieron lugar al reparto del mundo, el cual se llevo a cabo mediante el Tratado De Tordesillas (1494). Tratado que estableció los limites de las áreas de exploración y conquista para Castilla y Portugal. A Portugal le correspondieron las tierras de África y Asia, así como Brasil. Para Castillas quedaron las tierras americanas y las islas Filipinas.

Inglaterra y Francia comenzaron a explorar las tierras de América del Norte.

Una nueva mentalidad y el nuevo clima intelectual potenciaron el desarrollo de nuevas ramas de conocimiento, dando lugar a cambios y avances científicos. El humanismo fue una corriente cultural que alcanzó su pleno desarrollo en el siglo XV y principios del siglo XVI. Se caracterizó por el rechazo a muchos de los principios del conocimiento medieval y por el afán de saber sobre todos los temas y ciencias. Las obras de los humanistas se difundieron principalmente a través de las academias, pero sobre todo a través de la imprenta, tras su invención a manos de Gutenberg.

Desde finales de la Edad Media existía en ciertas capas de la sociedad un profundo malestar por la situación de la Iglesia. La desaparición de la unidad religiosa en Europa tuvo como detonante en 1515, año en el que el Papa León X ordenó predicar nuevas indulgencias para sufragar la construcción de San Pedro del Vaticano. El monje alemán Martín Lutero contestó con la publicación, en 1517, de sus 95 tesis contra la doctrina católica, y fue apoyado por los nobles alemanes, deseosos de hacerse con las tierras de la Iglesia en sus principados. Este fue el comienzo de la Reforma.

Siguiendo el ejemplo luterano existieron otros movimientos reformadores en Europa, estos significaron la ruptura de la unidad cristiana.

El Calvinismo: Doctrina que surgió en Ginebra y se extendió por los Países Bajos, algunas regiones de Francia, las Islas Británicas. Su fundador fue Juan Calvino, que defendía la predestinación.

El Anglicanismo: Surgió en 1534, cuando el Rey Enrique VIII separó a la Iglesia de su país de la obediencia al Papa, que se negó a aceptar el divorcio del Rey.

En el siglo XVI se consolidaron tres grandes monarquías, en España, Francia e Inglaterra, pero destacando en el contexto europeo la hegemonía de los Austria. Esta hegemonía dio comienzo con el Rey Carlos I, V del Sacro Imperio, y con Felipe II se consolidó una administración, una hacienda y un ejército propio, aunque los diversos territorios mantuvieron sus instituciones originales, las Cortes. En líneas generales, el Imperio de Carlos V y Felipe II fue la mayor potencia del siglo XVI.

Segunda fase: (1570-1580/1680)

Las dificultades demográficas y económicas se hicieron patentes con la subalimentación, la falta de higiene y el atraso de la medicina, provocando una mortalidad muy elevada. Esta mortalidad tenía efectos particularmente negativos, entre los niños menores de un año. El proceso de descenso demográfico no fue general ni uniforme. En Europa central, oriental y en el área mediterránea, se produjo el mayor descenso de población. En Francia, la crisis comenzó en 1680 y sus efectos se prolongaron hasta mediados del siglo XVIII, en el norte y noroeste de Europa, sin embargo, el crecimiento de la población continuo con tasas altas

La tierra, durante el Antiguo Régimen, era la fuente más importante de riqueza, por tanto, esta economía de base señorial va a restringir a la mínima animadversión el crecimiento de la población, trayendo consigo grandes hambrunas tras una mala cosecha.

A partir de 1540, la división religiosa derivó en enfrentamiento militar. Hasta mediados del siglo XVII se sucedieron una serie continua de guerras, tanto civiles como entre las diferentes potencias europeas, en ellas los asuntos religiosos apenas se distinguían con la política internacional.

El espíritu racional, que hicieron triunfar los humanistas en el siglo XVI, fue la base sobre la que se produjeron los avances científicos del siglo XVII. En la segunda mitad del siglo XVII, las instituciones públicas promovieron las investigaciones gracias a lo cual el desarrollo científico se aceleró. Los tres científicos más importantes del siglo XVII fueron Galileo, Kepler y Newton.

La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto que abarcó desde 1618 hasta 1648, y en el que participaron la mayoría de los países europeos. El conflicto se fue convirtiendo en una lucha por meros intereses político-nacionales, aunque los países hicieron uso de justificaciones religiosas para apoyar su lucha. La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la Guerra de los Treinta Años: España reconoció la independencia de las Provincias Unidas y el mapa de Centroeuropa sufrió muchos cambios. La Paz de los Pirineos (1659) puso fin a la guerra con Francia y supuso la pérdida del Rosellón y parte de la Cerdeña. Ambas paces significaron el fin de la hegemonía española en Europa.

La Guerra de los Treinta Años fue una gran guerra civil europea, que asoló completamente el centro del continente, y que supuso el ocaso de la hegemonía española de los Austria y el ascenso de Francia como primera potencia continental, sobre todo el período de reinado del Luis XIV, pleno exponente de la consolidación del absolutismo en Europa, no obstante, esta forma de gobierno no triunfó en toda Europa, destacando entre otros los Estados Parlamentarios.

En el siglo XVII se desató una lucha entre los reyes y los Parlamentos para alcanzar la hegemonía política.

Tercera fase: (1680-1789)

Esta etapa se caracteriza por una recuperación demográfica y económica. El Ciclo Demográfico Antiguo, imperante hasta el siglo XVIII, se caracterizaba por una alta natalidad y una alta mortalidad. El resultado era un crecimiento de población muy lento, sin embargo, durante el siglo XVIII la población europea experimentó un rápido incremento. Este cambio se debió sobre todo al descenso de la mortalidad a causa de la menor virulencia de las epidemias como la peste, la mejora de la dieta alimenticia y el carácter menos sangriento de las guerras.

Durante el siglo XVIII la forma de gobierno que se impuso en la mayoría de los estados europeos fue el absolutismo. Muchos reyes europeos gobernaron sin convocar a sus parlamentos e impulsaron su voluntad por encima de los demás poderes del país. A la vez intentaron poner en práctica una serie de reformas con la intención de racionalizar la administración y la economía de sus estados. Esta forma de gobierno recibió el nombre de despotismo ilustrado. Teniendo en cuenta que el absolutismo no triunfó en todos los estados, en el Reino Unido la monarquía parlamentaria se consolidó en el siglo XVIII, en las provincias unidas se mantuvo la república parlamentaria durante el siglo XVIII y, en Polonia, la monarquía era electiva.

Entre 1775 y 1848 el mundo occidental sufrió sucesivas oleadas revolucionarias. Los primeros movimientos políticos se produjeron en el último cuarto del siglo XVIII en dos escenarios muy alejados entre sí: Estados Unidos y Francia.


Tema 2: estabilidad y dinámica en los tiempos modernos


2.1 El régimen demográfico y sus características.

Índice

1. Características generales
2. Fuentes: Censo y Libros Parroquiales
3. La Natalidad
4. La Nupcialidad
5. La Mortalidad
6. La Evolución

1.Características generales

· Estructuras muy estables con pocos cambios, sin embargo, no son inmóviles y podemos distinguir fases de expansión (A) y de recesión (B).
· Demografía de tipo antiguo: alta natalidad y alta mortalidad.
· Crisis demográficas periódicas por guerras, hambrunas y enfermedades contagiosas.
· Esperanza de vida corta (40 años).
· Tendencias al crecimiento urbano.
· Diferencias regionales (mayor tendencia al crecimiento demográfico en la Europa atlántica).
· Movimientos migratorios por razones laborales, profesionales y familiares. Estos movimientos migratorios también se produjeron en Europa de cara al Nuevo Mundo.
· Desplazamientos forzosos.
· Intercambio continuo campo-ciudad.

(Cuadro con datos de población)

2.Fuentes para su estudio

· Escasas y poco fiables. Sin datos concretos para cuantificar el impacto de las epidemias o las migraciones.
· Información inconexa e imprecisa.
· Finalidad fiscal y militar hasta el ½ del siglo XVII. No hay finalidad demográfica.
· Censos (lista de población) empadronamientos: número de los vecinos o moradores de un pueblo.

v Nápoles (1508)
v Venecia (1509)
v Francia (1503)
v Roma (1526)
v Castilla (1587)

Empadronamientos generales a partir del siglo XVIII

v Prusia (1714)
v España (1717). Más adelante el Catastro del Marqués de la Ensenada (1753).
v Censo y padrón estadístico de las fincas rústicas y urbanas.
v En 1768 se realiza el primer censo moderno, el censo de Aranda, el cual se hacía por persona y no por vecinos o moradores de un pueblo.
v Censo de Floridablanca (1786).
v Holanda (1740)
v Suecia (1764)
v Dinamarca (1769)

Pese a sus imprecisiones, a la falta de homogeneidad en su elaboración, permite calcular densidades de población, pirámides de edades y tasas de población activa.


Libros Parroquiales

· Dan información novedosa: nacimientos, matrimonios y defunciones.
· Libros de bautismo, libros de matrimonio, libros de defunciones.

Libros de Bautismo

· Excepcionalmente en el siglo XV.
· Obligatorios desde el Concilio de Trento.
· Aportan datos complementarios, del tipo:

v Legitimidad
v Sexo
v Nombre de los padres
v Condición social

· Es importante mencionar que las defunciones delos niños sin bautizar no se registraban.

Libros de Defunciones

· Aparecen en el año 1614, oficialmente desde el Concilio de Trento.
· Difíciles de ocultar por control de la Iglesia.
· Negligencias del párroco.
· Ocultaciones y falta de minuciosidad.
· Duplicaciones en hospitales y parroquias.
· No contabilizaban las defunciones de los pobres.
· Desorden de anotaciones de fallecidos por epidemias.

3.Natalidad

· Alta natalidad (40 por mil).

v Estacionalidad de la natalidad. Primavera y otoño, a causa de la cosecha.

· Alta natalidad ilegítima.

v Principalmente en los núcleos urbanos debido al tipo de relación entre los individuos en las ciudades.

· Mujer y natalidad

v Matrimonio tardío, entre los 25 y 30 años los hombres, aunque las mujeres menos.
v 4 ó 5 hijos por familia, descontando los abortos.

4.La nupcialidad

· Tasas elevadas de nupcialidad (11-15 por mil).
· Estacionalidad

v Mínimos en cuaresma, navidades y verano.

· Segundas nupcias: para los moralistas de la época estaba mal visto en la sociedad que una mujer contrajera segundas nupcias, sin embargo, en el caso del hombre no estaba mal visto, ya que tenía que cuidar de su descendencia.
· Celibato: práctica realizada exclusivamente en el mundo católico tras la ruptura religiosa de la reforma protestante.
· Emigración a América.

5.La mortalidad “ordinaria”

· Tasas altas, por debajo de la natalidad (35-40 por mil).
· Alta mortalidad infantil (100 y 200 por mil), en especial en las ciudades.
· Estacionalidad

v Verano (a causa de diarreas)
v Invierno (enfermedades respiratorias)
v En ambas estaciones se producían los principales brotes de peste.

· La peste: Definición (Yersinia Pestis)

v En algunas ocasiones, una persona podía padecer uno u otro tipo de peste, aunque también era factible padecer ambas: (bubónica -peste negra- y pulmonar).
· Otras epidemias (Tifus, Tuberculosis, Malaria, Sífilis y Viruela).

La Mortalidad Catastrófica (hambrunas, guerras y epidemias)

· Mitología medieval cristiana asociada a estos factores de mortalidad (los Jinetes del Apocalipsis).
· Crisis de mortalidad: concepto que define un crecimiento súbito de tasa de mortalidad y en un breve período de tiempo.

v La guerra: tiene más consecuencias indirectas que directas, es decir, provoca vacíos generacionales que dan lugar a una insuficiencia de población joven, ello implica inestabilidad económica. Por otra parte, la incidencia de la guerra sobre la población podría llevarse a cabo en el movimiento de las tropas, lo cual era devastador en muchos de los poblados en los que se establecían. Aparte de provocar inaniciones en la población local, a causa del exclusivo establecimiento del ejército, este llevaba consigo enfermedades.
v Hambres: una crisis de subsistencia, podía barrer en poco tiempo un crecimiento demográfico.
v Grandes epidemias de peste

o España (1599)
o Suiza (1610 y 1615)
o Norte de Italia (1630 y 1665)
o Turquía (1661)



ANDRÉS F. CORTÉS MEDINA